Podría decirse que Mazinger fue, y sigue siendo, el ídolo de una generación.
Muchos tienen una figurita en su mesita de noche, que les recuerda que nunca dejamos de ser niños.
Está vez, una chica quería sorprender a su marido y como regalo en su 40 cumpleaños le preparamos esta tarta tan especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario