Fue un gran compromiso elaborar esta tarta. Por una parte, era para un niño, con lo cual me apetecía mucho ya que los niños siempre son muy agradecidos. Por otra tenía algunos amigos que idolatran la serie Bola de Dragón y sabía que iban a estar atentos a cómo se quedara esta figura, en la cual no es muy fácil conseguir que se quede tal cual es el personaje, es decir, conseguir por ejemplo la expresión de su rostro.
Luego de muchas horas, el resultado fue este, para mí satisfactorio, aunque los mayores fans discrepen en su parecido idéntico, la esencia de Son Goku creo que conseguí plasmarla.
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