Recién llegadita de Madrid, finalmente he sobrevivido a mi primera participación en un concurso de tartas.
Cosas buenas y cosas malas, al final me quedo con una gran experiencia y aprendizaje, que en realidad siempre fue mi objetivo.
Aquí va mi reseña. A las 8.20 llegabamos al Hotel Eurobuilding con las siete cajas que contenían mi tarta, después de que el gps nos diera un minitour por Madrid. Cada vez que nos decía: RECALCULANDO, mi corazón daba brincos y mis nervios llegaban al límite.
Después de varios viajes por pasillos y ascensores, descargamos mientras nos cruzabamos con caras conocidas, compartiendo una especie de euforia. Una vez allí y, reitero, atacada de nervios, comencé a montar la tarta, hasta que me di cuenta de que ya no llegaba y me tuve que subir a la mesa!!!
Esto fue motivo suficiente para recibir mi respectivo toque de atención por parte de los organizadores, que me pedían que me bajara inmediatamente y que temblaban al ver lo alta que era cada vez, porque según ellos (y con razón) mi tarta "podía poner en peligro a las demás", en el caso de que se cayera.
Los toques finales duraron más de media hora durante la cual, sudé, sufrí y temblé. Finalmente, ya estaba la misión cumplida. Contra todo pronóstico, la tarta no se cayó, resistió a las miradas de casi 2000 visitantes.
Estos son los detalles que no vemos en la foto general.
Y esta era la visión general de las concursantes en la categoría de tarta infantil.
Esta fue la tarta que ganó el primer premio en la categoría de tartas de boda. La lástima es que la foto es muy mala, porque la hice con mi móvil. Los detalles era muy precisos, la técnica super limpia. Es una pena que al no llevar ninguna clase de rótulos las tartas, no supe quien es el autor.
En la categoría de cupcakes, este fue el ganador.
Y esta es mi favorita de las infantiles. No sabeis la limpieza de los detalles, el brillo que tenía, lo bien hecha que estaba.
Una vez llena la sala de visitantes, expotarta se convirtió en un dulce caos colectivo, el sábado 21 no cabía un alfiler. El área de los "stands" estaba totalmente abarrotada, imposible comprar, imposible pasar a saludar cuando vas en compañía de una niña de 4 años.
Milagrosamente, pasamos por el stand de Majo's, donde tenían un par de mesas para los niños. Mi hija decoró una preciosa galleta atendida por una chica que le explicaba como tenía que hacerlo, mientras ella decía: "mi mami también tiene esto y aquello..." :D
No vi ni charlas, ni estuve en talleres, tampoco tuve la dicha de compartir lo que me hubiera gustado con otros decoradores de tartas, pero aun así, estoy muy, muy satisfecha con mi participación. Al igual que el mío, cada uno de los trabajos que estaban allí, grandes o pequeños, mejores o peores, contenían larguísimas horas de sacrificio, lo que me hizo sentir mucho más humilde. No obstante, competimos anónimos y finalizamos anónimos. Las fotos circulan por toda la red sin que nadie sepa la autoría y eso no está bien. Nuestro esfuerzo se merece un merito.
Por otro lado, a pesar de los numerosos fallos que tuvo la organización de la feria y que considero no es importante mencionar, organizar un evento de este tipo por primera vez es una labor que merece nuestra admiración y gratitud. El año que viene TODOS lo haremos mejor, y eso es lo más importante. Muchas gracias a todas las personas que han compartido la foto de mi tarta en sus perfiles y blogs, gracias por los halagos, por las felicitaciones, esta es mi satisfacción. El año que viene más y mejor.