Hay un momento de estrés en el proceso de una tarta y creo que es cuando se amasa la pasta y se va buscando el tono con el colorante: ¿me pasaré? ¿quedará bien con este color? ¿se vera muy escandaloso/cursi/simple y/o horrible?
Pero esto es en verdad una tarta de princesa y nunca una cursilada:
Al final el pato de abajo fue indultado, lo eliminé porque pienso que rompía con la armonía, pero aun así os muestro el detalle:
Y esta es la princesita, un modelo que ya había usado en otra anterior, ahora con modelito rosa chicle:
El detalle del nombre que con unos moldes de texturas de silicona que forman un edredon pequeñito, recorté los cuadros para hacer las letras, menos mal que eran fáciles:
Y claro, el mega lazo, que junto a la cinta y el nombre, están hechos de pasta de goma y pintados con brillo perlado:
Lo de abajo son burbujitas, no sé, creo que le da un efecto bonito. Espero que os haya gustado, y que haya dado ese toque mágico a la celebración del bautizo de Mati.